Conoce
todo el impacto social de las drogas en la sociedad, los consumos
sociales, crisis culturales acerca de la droga y todo lo relacionado a
las Drogas y el problema Social.
La drogadicción es un grave problema social. El adolescente, su familia, amistades y la comunidad donde se desarrolla este son los principales perjudicados por esta actividad.
El que cerca de 200 mil drogadictos mueran al año en el mundo indica el preocupante aumento en el número de personas que ingieren drogas ocasionalmente o que ya son adictos y que están fuertemente influidas o relacionadas con el aumento de la violencia social y la comisión de delitos.
La drogadicción es un grave problema social. El adolescente, su familia, amistades y la comunidad donde se desarrolla este son los principales perjudicados por esta actividad.
El que cerca de 200 mil drogadictos mueran al año en el mundo indica el preocupante aumento en el número de personas que ingieren drogas ocasionalmente o que ya son adictos y que están fuertemente influidas o relacionadas con el aumento de la violencia social y la comisión de delitos.
Existen muchos ejemplos para
hacer evidente el peligro social que representan las drogas, y que
permiten afirmar con absoluta certeza que, por un lado la sociedad esta
jugando un papel protagónico en la influencia sobre los adolescentes, y
por el otro que es la misma sociedad quien con su apatía discrimina,
corroe y humilla a los adolescentes que necesitan de su apoyo y limitan
en sus capacidades para desarrollarse íntegramente.
En las
teorías de la ecología social, que interpretan la ciudad como un marco
ecológico en el que la lucha por el espacio acarrea conflictos sociales y
un cierto nivel de desorganización social, el consumo de drogas se
inserta en aquellas zonas urbanas donde la desorganización social es
predominante y tiene la característica de una conducta aprendida. Robert
Merton (1938/1965), a partir de su clásica definición de la anomia,
genera un cambio sustancial en la consideración de la desviación. En su
planteo, la conducta desviada es la respuesta "normal" a ciertas
presiones sociales y no como aparecía en épocas anteriores, debida a la
irrupción de impulsos biológicos o de instintos mal reprimidos por
socialización deficiente. Para ello señala dos elementos constitutivos
fundamentales: a) la estructura cultural; b) la estructura social.
En
la estructura cultural pueden distinguirse las metas o aspiraciones,
socialmente institucionalizadas, que respetan una ordenamiento basado en
prioridades; y los medios, que establecen las formas legítimas para
conseguir las metas. Sintetizando su pensamiento, Merton explica que "mi
hipótesis central es que la conducta anómala puede considerase desde el
punto de vista sociológico como síntoma de disociación entre las
aspiraciones culturalmente prescritas y los caminos socialmente
estructurales para llegar a dichas aspiraciones".
El consumo de
drogas sería para la teoría mertoniana, ejemplo típico de las teorías de
alcance medio, por una parte una respuesta normal a determinadas
presiones sociales y por la otra, una respuesta de tipo adaptativa
frente a metas- éxito culturalmente definidas y medios
institucionales insuficientes para alcanzarlos. Esta conducta tendría
entonces la característica, sea por renuncia o por retraimiento, ante
las presiones y exigencias sociales.
En definitiva, los desviados
de esta categoría "configuran una cultura, un modo de vida organizado
alrededor de la droga que legitima su status". La crítica básica que se
puede hacer a estas teorías es que no todos los usuarios de drogas
responden al modelo explicativo.
Uno de los temas más urticantes al
fin del siglo es el de las drogas y la consideración judicial, tanto del
tema como de los adictos a ellas.
Desde el flagelo a la lacra
social, una amplia gama de palabras sirven también para vehiculizar
valores, apreciaciones y concepciones, se han utilizado para condenar,
sancionar, absolver, predicar, denostar, tanto a las substancias como a
sus consumidores.
Asimismo, es válido preguntarse qué ha sucedido
en esos procesos, en los cuales la búsqueda del escape reemplaza a
otras búsquedas y acompaña nuevas pérdidas. Superada la discusión sobre
los agentes socializadores y reconocida la importancia de los medios
masivos de comunicación social, sobre todo la televisión, pareciera que
uno puede preguntarse cual es el mensaje a internalizar.
Descreimiento,
quiebra de los sistemas familiares tradicionales, engaños, muertes,
asesinatos, tortura, inutilidad de las vías usualmente reconocidas de
movilidad social e incapacidad de protección de los derechos ciudadanos,
ocupan en forma excluyente la mayor parte de las horas/promedio diarias
que los niños y jóvenes pasan frente al televisor. Generalmente
comparten con sus connacionales y el resto del mundo el mismo producto
enlatado que, si refleja algún sistema cultural, seguramente no es el
propio.
La sociedad española de estas décadas parte de unos
hábitos de consumo de tabaco y alcohol culturalmente aceptados que
forman parte del ritual de las relaciones entre las personas y son
bastante admitidos en el ámbito familiar.
Paulatinamente se van
incorporando nuevas drogas entre grupos más amplios de la población y es
desde 1965 cuando se comienzan a observar hábitos de consumo de
cannabis y sus derivados, así como alucinógenos y estimulantes como las
anfetaminas y posteriormente la cocaína.
Ante estos nuevos
consumos, la tolerancia social comienza a desaparecer y se produce una
primera alarma, porque se perciben como una nueva forma de contestación.
Además suceden tres factores que incrementan esta alarma:
Una crisis cultural, ya que los nuevos consumos parecen estar revestidos con una etiqueta de modernidad.
La
sociedad española percibe en crecimiento del problema de las drogas y
se sorprende de las nuevas drogas y formas de consumo, adoptando una
visión catastrofista del fenómeno.
La aparición, a finales de los
60, de la heroína, una sustancia con unos efectos diferentes a los
conocidos hasta ese momento, con una vía de consumo parenteral y que se
extiende de forma alarmante en los ambientes más pobres y marginados de
la sociedad española.
Por estos motivos se produce una importante
alarma social y una gran confusión sobre las actuaciones de elección
para abordar la situación de los los consumos de drogas en la sociedad
Zamorana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario