viernes, 13 de julio de 2012

Tipos de Drogras

Cocaína

La cocaína es un alcaloide contenido en las hojas del arbusto "Erythroxylon coca" siendo químicamente un derivado de la latropina. Es un estimulante cerebral extremadamente potente, de efectos similares a las anfetaminas. Además, es un enérgico vasoconstrictor y anestésico local, siendo absorbido por las mucosas nasales cuando se la aspira, se metaboliza en el hígado y se elimina por la orina. En la década de 1980, los experimentos sobre patrones de consumo y cantidades certificaron sus efectos sobre la adrenalina, muy relacionada con la agresividad. El consumo de esta sustancia se relaciona estrechamente con hechos delictivos y de violencia.

 
En las dos útimas décadas hubo un enorme incremento en la cantidad de personas adictas a la cocaína, resaltándose como dato significativo la adicción simultánea a otras sustancias. Las consecuencias de su consumo son complejas, involucrando daños de muy diversa índole: cerebrales, sociales, familiares, medioambientales, etc.




Heroína


La heroína es una droga adictiva cuyo uso constituye un grave problema en los Estados Unidos. Estudios recientes sugieren que ha habido un cambio en la forma en que se usa la heroína, pasando de inyectársela a inhalarla o fumarla, debido a que ahora se consigue una heroína de mayor pureza y que prevalece el concepto erróneo de que estas formas de empleo son más seguras. La heroína es un derivado de la morfina, una sustancia que ocurre naturalmente y se extrae de la bellota de la amapola o adormidera asiática. La heroína generalmente aparece en forma de polvo blanco o marrón. Los nombres callejeros relacionados con esta droga incluyen "pasta", "H", "dama blanca", "polvo blanco" y "lenguazo" en español y "smack", "H", "skag", y "junk" en inglés. Otros nombres se refieren al tipo de heroína producido en una zona geográfica específica, como el "Mexican black tar" ("alquitrán negro mejicano").


 
Peligros para la salud
El abuso de la heroína está asociado con consecuencias graves para la salud, incluyendo la sobredosis mortal, el aborto espontáneo, la oclusión de las venas y, particularmente en el caso de los usuarios que se la inyectan, enfermedades infecciosas, incluyendo el VIH/SIDA y la hepatitis.





Marihuana


 
El cannabis sativa es un arbusto silvestre que crece en zonas templadas y tropicales, pudiendo llegar una altura de seis metros, extrayéndose de su resina el hachís. Su componente psicoactivo más relevante es el delta-9-tetrahidrocannabinol (delta-9-THC), conteniendo la planta más de sesenta componentes relacionados. Se consume preferentemente fumada, aunque pueden realizarse infusiones, con efectos distintos. Un cigarrillo de marihuana puede contener 150 mg. de THC, y llegar hasta el doble si contiene aceite de hachís, lo cual según algunos autores puede llevar al síndrome de abstinencia si se consume entre 10 y 20 días. La tolerancia está acreditada, siendo cruzada cuando se consume conjuntamente con opiáceos y alcohol. Respecto a la dependencia, se considera primordialmente psíquica. Los síntomas característicos de la intoxicación son: ansiedad, irritabilidad, temblores, insomnios, muy similares a los de las benzodiacepinas.
Puede presentarse en distintas modalidades de consumo, sea en hojas que se fuman directamente, en resina del arbusto o en aceite desprendido de éste último. De la modalidad en que se presente la droga dependerá su denominación: "marihuana" es el nombre de las hojas del cáñamo desmenuzadas, que después de secarse y ser tratadas pueden fumarse (también es conocida como "hierba", "marijuana", mariguana", "mota", "mafú", "pasto", "maría", "monte", "moy", "café", "chocolate", "chala", etc.; en inglés se la conoce como: "pot", "herb", "grass", "weed", "Mary Jane", "reefer", "skunk", "boom", "gangster", "kif", "ganja", etc.); su efecto es aproximadamente cinco veces menor que el del hachís. El nombre "hachís" (también conocido como "hashis") deriva de los (hashiscins) árabes, que combatieran en las cruzadas entre los años 1090 y 1256. El hachís se obtiene de la inflorescencia del cáñamo hembra, sustancia resinosa que se presenta en forma de láminas compactas con un característico olor. La marihuana es la forma más frecuente, conteniendo de 0,3 a 3,5 % de THC; la concentración de THC llega al 10 % en el hachís, siendo su efecto diverso según factores como la velocidad con la que se fuma, la duración de la inhalación, cantidad inhalada, tiempo que el consumidor retiene la respiración después de inhalar y el estado anímico del sujeto. El consumo oral, tanto de marihuana como de hachís, implica efectos psicológicos similares a los expresados en la forma fumada pero de mayor intensidad y duración y con efectos nocivos potenciados.

Hachís


Se elabora prensando la resina de la planta cannabis hembra. Como este vegetal concentra sus ingredientes activos precisamente en la resina, el contenido de THC de una dosis de hachís es superior  al de una de marihuana sin procesar, que se sitúa en poco más de un 10%. El aceite de cannabis o de hachís se obtiene mezclando la resina de la planta con algún disolvente como acetona, alcohol o gasolina. De esto, una cierta parte se  evapora, dando lugar a una mezcla viscosa cuyas proporciones de THC son muy elevadas (hasta un 50%). Las técnicas aplicadas para mejorar los cultivos de marihuana hacen que hoy el THC contenido en estas plantas sea mucho más poderoso que  en décadas anteriores. A esto se suma que, en la actualidad, la mayor parte de la marihuana que venden los traficantes viene prensada con aditivos químicos solventes como kerosene o benceno, lo que produce daños más severos. Otras denominaciones:  Hash, chocolate.
Aspecto
El hachís tiene el aspecto de una barra de barro prensado, de color café muy oscuro, como el chocolate. Ocasionalmente, se presenta en tabletas.

Vía de administración
Tanto la  Marihuana como el Hachís se inhalan e ingieren. La marihuana generalmente se fuma, en cigarrillos hechos a mano o en pipas especialmente diseñadas (a veces con cañas largas o pequeños depósitos de agua para enfriar el humo, que suele alcanzar  altas temperaturas). También se come (en queques o galletas). El hachís se fuma mezclado con tabaco. 
Efectos / Riesgos
Los efectos son de rápida aparición y varían según la dosis, el tipo de cannabis y el estado anímico  y físico del individuo que la consuma.

Éxtasis


La metilendioximetanfetamina (MDMA) (también conocida como "éxtasis", "ectasi", "XTC", "tiza", "cristal", "X", etc.) es una droga sintética sicoactiva con propiedades alucinógenas de gran potencial emotivo y perturbador psicológico, con efectos similares a las anfetaminas. Es una droga peligrosa en extremo por sus propiedades neurotóxicas y alta adicción, afectando a diversas zonas del sistema nervioso central.

Su producción se realiza en laboratorios clandestinos a partir de materias primas relativamente fáciles de conseguir. De color blanco, sin olor pero con sabor amargo, se presenta en forma de comprimidos, cápsulas o en polvo cristalino que se disuelve en líquidos, pudiendo ser bebida, ingerida o inyectada. Sus consumidores son principalmente jóvenes adultos, que buscan en ella un estimulante que los lleva a bailar durante extensos períodos de tiempo (por ello se las suele denominar "disco-drogas", "club-drugs", "dance-drugs", etc.). Durante los años sesenta se utilizó con fines terapéuticos dado que según determinados sectores de la psiquiatría ayudaba a la comunicación y al tratamiento de neurosis fóbicas. Surgió entonces la polémica médico - legal, atribuyendo a su consumo repercusiones en la delincuencia, por lo que finalmente fue ilegalizado.


El éxtasis produce efectos síquicos de gran potencial perturbador, cuya duración fluctúa entre las 3 y las 6 horas desde su consumo. Inicialmente el sujeto experimenta sensaciones de confianza y excitación, a las que sigue un estado de hiperactividad. Los efectos del estimulante se diluyen provocando trastornos sicológicos, confusión, problemas con el sueño (pesadillas, insomnio), pérdida de memoria, deseo incontenible de consumir nuevamente drogas, depresión, violencia, ansiedad grave, psicosis y paranoia. Estos efectos se presentan incluso luego de varias semanas del consumo. También se informaron casos graves de psicosis. Entre los síntomas físicos se citan: hiperpnea, taquicardia, anorexia, tensión y trastornos musculares similares a los presentes en la enfermedad de Parkinson, bruxismo, náuseas, visión borrosa, nistagmus, desmayos, escalofríos y sudación excesiva, signo característico durante la intoxicación. Se ha comprobado que el aumento de la frecuencia cardíaca y la tensión arterial es causal de ataques cardíacos y otros trastornos cardiocirculatorios. Informes forenses indican que es causal de muerte súbita. La hiperactividad acarrea, además de los problemas cardíacos, hipertermia, deshidratación y fallas renales.
Crack


El crack es el nombre popular del producto que se obtiene convirtiendo el clorhidrato de cocaína en cristales o “rocas” mediante un proceso químico sencillo. En lugar de emplear el método más volátil de tratamiento de cocaína con éter, el crack se manipula con amoníaco o bicarbonato de sodio y agua, mezcla que se expone al fuego para retirar el clorhidrato la sustancia que queda - similar a la cocaína- puede fumarse. Con este procedimiento se produce una sustancia similar a la cocaína que puede fumarse.

El término crack se refiere al crujido que se oye cuando la mezcla se calienta, fenómeno en el que intervendría principalmente el bicarbonato de sodio.
Otras denominaciones: Roca, cristal, baseball, doña blanca, blanca nieves, champaña, azúcar.

L S D

La LSD (dietilamida del ácido lisérgico) es una de las principales drogas en la categoría de los alucinógenos. Fue descubierta en 1938 y, entre las sustancias químicas que alteran el estado de ánimo, es una de las más potentes. Se fabrica a partir del ácido lisérgico, encontrado en el cornezuelo, un hongo que crece en el centeno y otros cereales. La LSD, comúnmente llamada "ácido", se vende en la calle en tabletas, cápsulas y, a veces, en forma líquida. Es inodora, incolora y tiene un sabor ligeramente amargo. Suele consumirse por vía oral. Con frecuencia, se agrega la LSD a un papel absorbente, como el papel secante, que se divide en pequeños cuadrados decorados, cada uno de los cuales constituye una dosis.

La Administración para el Control de Estupefacientes (DEA, por sus siglas en inglés) reporta que las muestras de LSD que se obtienen hoy en día de fuentes ilícitas tienen una potencia que varía de 20 a 80 microgramos de LSD por dosis. Esto es mucho menos que las concentraciones reportadas durante la década de los 60 y comienzos de los 70, cuando la dosis por unidad variaba entre 100 y 200 microgramos o más.
Anfetaminas

El consumo de este excitante está ampliamente extendido y distribuido por todas las clases sociales. A diferencia de lo que sucede con la cocaína que la consumen preferentemente los sectores medios y altos, las anfetaminas son consumidas tanto por ejecutivos que pretenden sobreexcitación como por amas de casa que buscan un anoréxico para sus dietas o por estudiantes que preparan exámenes. Al incidir en el sistema ortosimpático causan hipertensión, taquicardia, hiperglucemia, midriasis, vasodilatación periférica, hiperpnea, hiporexia, etc. El estado de ánimo del adicto oscila entre la distrofia y la hipomanía, presentándose ansiedad, insomnio, cefalea, temblores y vértigo. Pueden aparecer cuadros depresivos y síndromes paranoides anfetamínicos.

 
A dosis normales, sus efectos varían de acuerdo al individuo y las condiciones de ingesta. Pueden producir efectos placenteros, hiperactividad y sensación desbordante de energía, pero también causan temblor, ansiedad irritabilidad, ira inmotivada y repentina, trastornos amnésicos e incoherencia. En la última fase se describen depresión, cuadros paranoides y delirios paranoides, alucinaciones y trastornos de conducta. El consumo de anfetaminas puede conducir a actuaciones agresivas, al igual que los barbitúricos y el alcohol, por su gran efecto euforizante, unido a un descontrol en los instintos inhibitorios.

Barbitúricos

Son los fármacos más utilizados en los países desarrollados. En 1887 se describieron los primeros cuadros de dependencias a tranquilizantes como el paraldehído, habiéndose extendido posteriormente a sustancias como cloral, barbitúricos, bromureído, diacepan, meprobanato, matacuolona, etc. El consumo de estas sustancias está extendido en toda la población sin haberse detectado grupos sociales o de edad determinados, aunque están más predispuestas las mujeres. En pequeñas dosis se utilizan como ansiolíticos, es decir, como fármaco que mitigan la angustia e intranquilidad, y en grandes cantidades sus efectos son embriagadores, similares a los que puede producir el alcohol.




Estas sustancias provocan una dependencia física y psíquica, así como tendencia a aumentar el consumo por el grado de tolerancia que poseen. Los sujetos con base neurótica son los más predispuestos a la dependencia de esta sustancia, al desear aliviar la ansiedad que sufren. La mortalidad por sobredosis es elevada, siendo el tipo de fármaco más usado para el suicidio. El consumo simultáneo con alcohol es frecuente, creando interacciones potenciadoras de los efectos de ambas drogas, caracterizadas por trastornos en la coordinación psicomotriz y por el descenso del nivel de conciencia. A grandes dosis pueden presentarse cuadros comparables al "delirium tremens" del alcohol.
Inhalantes

Dentro de este grupo de sustancias pueden citarse:
1) adhesivos: colas, tolueno, xileno, acetona, benzoles, benzaldehido
2) aerosoles-sprays-gases: gases propelentes, óxido nitroso
3) cementos plásticos: hexano
4) solventes de pinturas y relacionados: petróleo, butano, trementina, aguarrás
5) líquidos para limpieza: xileno, benzol, éter de petróleo
6) anestésicos: éter etílico puro
7) combustibles: bencina, naftas
8) thinner: hidrocarburos halogenados
9) vasodilatadores: nitrito de amilo, nitrito de butilo; y muchas otras más.
El consumo de estas sustancias presenta graves problemas sanitarios. Sus consumidores son principalmente marginales, especialmente niños, aunque la adicción también se da con relativa frecuencia en ciertos grupos profesionales. Las edades más frecuentes del uso crónico de inhalantes son al principio o al final de la adolescencia. Esto se debe en parte a la invitación o presión por parte de los compañeros de escuela y amigos, curiosidad e ignorancia de los efectos tóxicos e inseguridad personal. Lo más importante es la ignorancia del problema en la casa y la negación de los padres de que sus hijos puedan tener este problema. Los motivos del consumo se deben a la curiosidad, aburrimiento, falta de estímulos, desarraigo y falta de pertenencia. En el caso de los profesionales, el contacto habitual con las sustancias puede crear una adicción involuntaria; la adicción voluntaria es menos frecuente, aunque no excepcional. Generalmente estos productos son fáciles de obtener y están al alcance del adicto, son muy baratos, y no precisan de instrumentos para su uso. Asimismo, no es necesario contactar a un criminal para obtenerlos. Su uso puede hacerse en cualquier lugar, son fáciles de esconder y difíciles de detectar. Otro factor muy importante es el desconocimiento de las consecuencias y peligros de su uso. 

Tabaco

La adicción a los productos derivados del tabaco es la más extendida. Su aceptación cultural considera a su consumo en primer lugar como una fuente de placer y en segundo como un simple vicio o mala costumbre. Se ha determinado que los cigarrillos y otros productos de tabaco, tales como cigarros puros, tabaco para pipa o rapé (en polvo), son adictivos y que la nicotina es la droga del tabaco causante de adicción. Además, se sabe que el tabaquismo es un importante causal de accidentes cardíacos y cerebrovasculares, y ocupa los primeros lugares entre los factores que provocan cáncer. La nicotina provoca una de las adicciones más potentes, desarrollando en el fumador un conjunto de signos y síntomas denominado síndrome nicotínico. A mayor cantidad de signos o síntomas presentes, mayor porcentaje de posibilidades de estar frente a un adicto nicotinómano.

Síndrome nicotínico: signos y síntomas de adicción a la nicotina
Alto consumo diario de cigarrillos (15 o más por día).
Fumar cigarrillos con alta proporción de nicotina, insatisfacción o aumento del consumo al cambiar a "suaves" o "ligths"
Inhalación profunda del humo. Fumar desde las primeras horas del día, o hasta el momento previo al sueño Padecer compulsión tabáquica: no soportar unas pocas horas sin fumar; interrumpir otras tareas o entretenimientos para fumar o comprar cigarrillos.
La nicotina es un alcaloide extremadamente adictivo, que actúa como estimulante y sedante del sistema nervioso central. Su ingestión tiene como resultado un estímulo casi inmediato porque produce una descarga de epinefrina de la corteza suprarrenal. Esto estimula el sistema nervioso central y algunas glándulas endocrinas, lo que causa la liberación repentina de glucosa. El estímulo va seguido de depresión y fatiga, situación que lleva al toxicómano a buscar más nicotina. La nicotina se absorbe con facilidad del humo del tabaco en los pulmones y no importa si éste humo procede de cigarrillos o de puros. También se absorbe fácilmente cuando se masca el tabaco. Con el uso regular, se acumulan concentraciones de nicotina en el cuerpo durante el día, que persisten durante la noche. Por lo tanto, las personas que fuman cigarrillos a diario están expuestas a los efectos de la nicotina 24 horas al día. La nicotina absorbida al fumar cigarrillos o puros tarda sólo segundos en llegar al cerebro, pero tiene un efecto directo en el cuerpo hasta por 30 minutos.
Alcohol

Las causas del alcoholismo son muy variadas, no habiendo acuerdo científico sobre este aspecto. Los factores cultural y biológico-genético explican gran parte de la patología. Esta adicción afecta a todas las clases sociales, por lo que no es aceptable una teoría que atienda al carácter sociocultural bajo como factor predisponente a la adicción, dado que en las clases altas el consumo es extensivo. En cuanto al nivel de estudios es evidente que la falta de escolarización y cultura condiciona la adicción, pero no es específico del alcohol, sino de todas las drogas. No se puede atribuir una explicación única de las toxicomanías, ya que influyen problemas sociales tan variados como el delito, los problemas familiares, el desempleo o la salud. La adicción al alcohol posee aspectos culturales importantes desde el momento en que el consumo es lícito y los menores, a pesar de las prohibiciones, no tienen problema para consumirlo. La publicidad y la permisibilidad aumentan el número de consumidores.
El perfil etiológico del alcohólico se hizo de diversas formas, atendiendo a teorías biológicas, socioculturales, económicas, ambientales y psicológicas. Las teorías dinámicas y psicopatológicas entienden que los alcohólicos llegan a la adicción condicionados por una patología anterior, que unida a situaciones ambientales desencadenan el fenómeno. El entorno familiar puede ser determinante: ante la situación familiar distorsionada el sujeto erige defensas psicológicas contra la ansiedad. Por otra parte, los menores tienden a seguir el ejemplo de sus mayores. Otros motivos del alcoholismo son los deseos de evasión y de autodestrucción, dados el gran número de suicidios que presenta esta enfermedad.

Benzodiacepina

Su compuesto activo es el flunitrazepam. Es una benzodiacepina, depresora del Sistema Nervioso Central, hipnótico. Es un potente inductor del sueño. Esta benzodiacepina disminuye el estado de ansiedad de quien la consume. También induce el relajamiento muscular y el sueño.  Su presencia en el flujo sanguíneo dura entre seis a ocho horas (vida media intermedia). Por lo general, se receta a personas con problemas de insomnio. Debido a su alto potencial de abuso, su venta es muy controlada y sólo se efectúa presentando una receta cheque.

Existen casos de consumo abusivo de Rohypnol sin prescripción médica por vía nasal. El flunitrazepam, aspirado de esta forma, recibe en Chile el nombre popular de "chicota". Otras denominaciones: Chicota, Píldora del olvido, Tropieza y cae, Borra mentes, Roofies, Roach, Ropies. Aspecto Tabletas de uno o dos miligramos, generalmente blancas, solubles, sin olor ni sabor.
 Floripondio

Se llama Brugmansia vulcanicola y es nativa de América del Sur. Uno de sus principios activos es el alucinógeno escopolamina.

Vía de administración
Oral.
Las hojas y flores molida se preparan en agua caliente o fría y se toma como té.

Efectos
Incluyen períodos de violencia e incluso demencia temporal. Las alucinaciones pueden ser visuales, auditivas y táctiles.
También provoca dilatación de las pupilas, aumento del pulso y el ritmo respiratorio, seca las mucosas de la nariz, boca y garganta.
Los efectos comienzan entre los 15 y 30 minutos posterior a su consumo pueden durar hasta 72 horas. La dosis letal de escopolamina es cercana a los 100 mg; sin embargo, no se conoce la dosificación exacta que pueda contener un té de floripondio.
Generalmente, una dosis moderada se prepara con una flor; una dosis alta sería con dos a tres flores; pero en este tipo de sustancias no hay ni drogas ni dosis seguras.

Riesgos
La intoxicación con floripondio produce vómitos, convulsiones y en casos graves, coma y muerte.
Si la persona tiene un “mal viaje” hay que tranquilizarla y cuidarla mientras dure el efecto. En caso de presentar señas como las ya descritas, solicitar asistencia médica.


Ketamina

Es una droga de síntesis (se produce en laboratorios, no de manera natural).
Según el Formulario Nacional de Medicamentos del Ministerio de Salud (Minsal), se emplea en procedimientos quirúrgicos que requieren analgesia de la piel, en quemados, en emergencias y pediatría.
En el caso de la medicina veterinaria se utiliza como tranquilizante para cirugías.

Aspecto
Solución líquida transparente.

Vía de administración
Oral e inyectable.






Efectos
La administración de ketamina induce a un estado conocido como “anestesia disociativa”, que se caracteriza por inconciencia, amnesia, inmovilidad y gran analgesia para los dolores superficiales. Recién administrada produce en la persona una sensación de desconexión del medio ambiente. Alrededor de un minuto después se pierde la conciencia por 10 a 15 minutos, siendo la analgesia y amnesia mucho más prolongada.
 

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